lunes, 25 de julio de 2016

Fuerteventura - 2da parte

     Bueno, ya veis que el primer día no tuve mucho éxito en la selección del restaurante para comer pero el resto no tuve ningún problema e incluso, creo que regresé con unos kilos de más.. pero, schisst! Continuemos...
   
Siguiendo con nuestra ruta, al día siguiente nos decantamos por visitar el sur de la isla, llegando hasta Morro Jable pasando por Costa Calma y lo que son las playas de Sotavento. Lo cierto es que las playas de esa zona no tienen nada que envidiar al Caribe, con largas playas de arena blanca y agua cristalina; salvo por el viento, claro. Cómo sopla el dichoso viento por esa zona!, pero claro, para algo es la isla favorita de los surferos...No? Así que como ese día íbamos a estar de playa en playa y visto el éxito de elección del día anterior, ese día opté por hacernos unos bocatas con el pan que me había traído de reserva. Eso sí, en el faro de Morro Jable en la playa del Matorral no pudimos estarnos y nos tomamos unos refrescos bien fresquitos en el chiringuito que hay justo debajo del faro.

      Luego, por la noche, teníamos una reserva para cenar en el Chiringuito. Un pintoresco restaurante ubicado en una pequeña isla cerca de la playa del Castillo. Allí comimos una parrillada de pescado aderezada con un buen vino blanco de la zona. Todo muy rico y una puesta de sol increíble.

    Al día siguiente, cambiamos el sur por el norte y nos fuimos hasta Corralejo. Allí como no,
estuvimos visitando las dunas del Parque Natural de Corralejo y como el día no acompañaba mucho, seguimos el consejo del personal de nuestro hotel y nos fuimos a comer al restaurante La Vaca Azul en Cotillo ( www.vacaazul.es/es ). La verdad es que comimos súper bien, escogimos una parrillada de pescado para dos ( buenísima! ) y además, he de decir que todo el personal del local se preocuparon en todo momento qué platos podía comer y cuales no.

       Al otro día, nos fuimos a visitar el centro de la isla y sus pueblos del interior como Antigua, Pájara ( que por cierto, pillamos las fiestas del pueblo ) y Betancuria ( uno de los pueblos más pintorescos y bonitos de la isla que ha conservado su esencia de antaño ). Y acabamos en Gran Tarajal donde comimos en el restaurante "El perro verde". Uno de los muchos restaurantes que hay en el paseo marítimo y que me adaptaron sin problemas el plato combinado que pedí.

      Y otro día, como teníamos reservada la cena en el restaurante "El faro" del Hotel Sheraton nos quedamos en el hotel disfrutando de sus instalaciones. Y lo cierto es que la cena muy buena, siguiendo la recomendación del chef, de primero escogimos un surtido de quesos de la zona para compartir y de segundo, yo me pedí un bacalao confitado al ajo con crema de patata súper bueno y por último de postre una nube de chocolate con fresas. Por supuesto, todo ello sin gluten e incluso con pan sin gluten recién horneado. Ñam! Sólo de recordarlo, me entra hambre. Jeje

     Y finalmente, el día antes de irnos nos fuimos a comer al restaurante que el primer día que llegamos estaba cerrado y que las críticas indicaban que se comía bien, así que cómo no queríamos perdernos la oportunidad, nos fuimos allí. El restaurante en cuestión era el "Volcano restaurant" en Caleta de Fuste ( www.volcanorestaurant.es ). La verdad es que no nos defraudó, la carta un poco corta ( sobretodo en el tema de sin gluten ) pero original y con un trato agradable por parte de todo el personal. Comimos un arroz caldoso de marisco muy bueno...

        Bueno, como podéis comprobar, al final no tuve tantos problemas para poder comer sin gluten y lo cierto es que en todos los sitios que estuve, todo el personal estaba bastante concienciado en el tema y me trataron súper bien. Así que os animo a visitar esta isla porque merece la pena!

martes, 19 de julio de 2016

Fuerteventura - 1era Parte



Hola a todos,

acabo de llegar de vacaciones de Fuerteventura y lo cierto es que todo ha ido genial; aunque el tiempo no nos ha acompañado mucho (la próxima vez, si repito destino, sería en septiembre ya que según los lugareños es cuando hace mejor tiempo y no hay tanto viento) y encima, por poco nos vemos afectados por los retrasos de Vueling... Pero por lo demás, todo ha sido: relax, playita y buena comida .

Pero vayamos por partes. ¿No?


Lo cierto es que este año no queríamos ir muy lejos y no nos acabábamos de decidir, así que después de dar muchas vueltas y leer varios post; nos decidimos por Fuerteventura.

Exactamente escogimos un hotel ubicado en Caleta de Fuste; ya que estaba muy cerca del aeropuerto y de todos los sitios a los que visitar. El hotel era el Hotel Elba Palace Golf & Vital ( www.hoteleselba.com )
Un hotel de cinco estrellas sólo para adultos, muy tranquilo, elegante y con un servicio exquisito. Nunca habíamos probado un hotel sólo para adultos y si lo escogimos fue porque nos hacía gracia de probarlo y la verdad, que muy bien. Sobretodo en el tema piscina... jejeje
Así que cuando lo reservé, me puse en contacto con ellos para indicarles que era celíaca y asegurarme que no habría problemas con las comidas. Y así fue. Me aseguraron que lo tendrían en cuenta aunque cuando llegásemos al hotel, lo volviera a recordar por si acaso. Pero no hizo falta porque ya lo tenían en cuenta, y la verdad es que todo el equipo de cocina estuvo muy atento para que no me faltase de nada. Sobretodo el turno de desayuno, sólo verme ya me preparaban una pequeña bandeja con un poco de todo. Ñam, ñam!

Como teníamos media pensión, aprovechábamos para visitar la isla y por qué no, su gastronomía también. Porque tal como nos indicaron los "majoreros" (lugareños de la isla): "Llegas llorando a la isla y te marchas llorando de ella con unos kilos de más" Así que, no íbamos a defraudarles.

El primer día, no nos movimos mucho y estuvimos por la zona del hotel: Playa de Castillo en Caleta de Fustes. La playa es de las pocas que no tiene mucho oleaje puesto que está protegida del viento y eso la hace bastante familiar. Además, es de las zonas de la isla donde se ofrece más ocio y donde hay más centros comerciales. Y en uno de ellos es donde comimos. Buscamos por Internet y vimos que había un par que ofrecían platos sin gluten. Así que como ese día , uno estaba cerrado, fuimos al que estaba abierto... La bodeguita, un restaurante italiano que ofrecía pasta y pizza sin gluten.
La camarera me indicó que podía escoger cualquier tipo de pizza y que ellos me ponían la base sin gluten o en el caso de la pasta, escoger la salsa que yo quisiera. Así que ese día al final me decanté por una pizza. Lo cierto es que la pizza estaba muy buena pero creo que hubo contaminación cruzada porque luego, más tarde tuve algunos síntomas que me dieron la noche.

jueves, 7 de julio de 2016

   Hoy voy a hablar del restaurante Acqua de Sitges. Lo cierto es que no era nuestra primera opción pero queríamos celebrar el día del padre y la verdad, nos despertamos tarde y todos los restaurantes de la zona que conocíamos ya estaban llenos.
            
    Así que tocó mirar por Internet, aunque he de decir que sin mucho éxito, la verdad. No encontré muchas entradas con restaurantes que ofrecieran carta adaptada para celíacos por la zona del Garraf-Penedés.
            
     Por lo que nos arriesgamos y reservamos en este restaurante de Sitges, cuya ubicación es un poco alejada a lo que es el pueblo en sí pero ofrece unas vistas increíbles de la playa y del campo de golf.

 Resultado de imagen de acqua sitges

   Cuando llegamos, avisé de nuevo que era celíaca y el maître me indicó que tanto los platos del menú como la mayoría de los de la carta me los podrían adaptar. En esta ocasión, escogimos el menú especial. El cual consistía en tres platos a compartir como entrantes y luego de segundo, uno a escoger. De los primeros, como era menú cerrado, el único plato que no pude probar fue el "pescadito" frito porque con la ensalada y los mejillones al vapor no había problemas. Y de segundo, yo elegí arroz negro. Que me lo hicieron a parte porque me dijeron que el “fumet” que suelen usar lleva gluten por lo que me lo prepararon de forma especial. Y por último, de postre, helado sin gluten.

  La verdad es que, aunque no sería uno de los restaurantes que tendría primero en mi lista de preferidos, me sorprendió gratamente. Ahora bien, si he de dar un punto crítico, es que comprobé que no todos los camareros sabían exactamente en qué consistía la dieta sin gluten y eso me dio un poco de mal rollo.